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Y por fin sus primeros pasos ¡A Caminar!

Y por fin sus primeros pasos ¡A Caminar!

Y por fin sus primeros pasos ¡A Caminar!

Uno de los motivos que más te llenará de alegría será ver a tu bebé dar sus primeros pasos sin ayuda. Pero para que vivas esta gran experiencia, tu pequeño antes tendrá que agotar otras etapas, todas importantes en su desarrollo.

Tu bebé ya no se está quieto. Siempre que está despierto, se mueve de un lado para otro sin parar. Se sienta, se pone de pie, va dando pasos agarrado de cuanto soporte encuentra por su camino, gatea por toda la casa… Se encuentra en uno de los puntos más álgidos de su autonomía, porque no requiere mucho de tu ayuda para desplazarse y explorar cuanto hay a su alrededor.

Pero aún le falta alcanzar una de las destrezas más importante en su desarrollo motor y maduración psicológica: dar sus primeros pasos con total libertad, sin perder el equilibrio.

Caminar sin ayuda

Como en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de los niños, no existe una edad exacta en la que tu bebé deba caminar, recuerda que siempre habrán pequeños que lo hagan de manera temprana y otros que se tomen su tiempo para dar sus primeros pasos. Sin embargo, los especialistas en crecimiento aseguran que algunos bebés inician con esta etapa hacia los 9 meses y otros hacia los 12, 13 o incluso 15 meses.

Si tu pequeño cumple los 18 meses y aún no camina, debes preocuparte. Para indagar las causas de este retraso es necesario que consultes al pediatra, ya que algunos problemas físicos o neurológicos pueden estar ocasionándolo. Pero si en tu hijo este desarrollo es normal, comenzará a caminar cuando logre una postura erecta y consiga mantener el equilibrio.

Pasos seguros y bajo control

En cuanto tu pequeño comience a caminar sin sujetarse, debes tener todo bajo control para evitarle posibles accidentes. Mientras adquiere por completo el equilibrio, caerá con frecuencia, por lo que el cuidado constante y la seguridad se harán indispensables.

Como sus caídas serán inevitables, crea a su alrededor un ambiente seguro. Por lo tanto, evita los objetos puntiagudos, los vidrios en mesas y cualquier objeto que se quiebre con facilidad. Es importante que protejas cualquier esquina y que ubiques tus muebles de tal manera que quede mucho espacio libre. Además, no lo dejes solo, guarda bajo llave los medicamentos y cualquier producto químico o de limpieza, asegura los tapetes, los cables, las ventanas, los balcones y las puertas, y cubre todos los enchufes de tu casa, porque esta autonomía de desplazamiento le hará descubrir la libertad de llegar a cualquier lado y lo convertirá en todo un explorador e investigador.

Muchos padres consideran que con el inicio de los primeros pasos de su bebé, comienza una etapa muy difícil en su crianza, ya que controlarlo se convierte en una labor titánica. Adicionalmente, como no conoce el miedo, querrá alcanzar, probar y tocar todo lo que llame su atención. Por eso, durante estos meses el “no” se vuelve muy importante, ya que le enseñará a tu hijo que no pueden ir por la vida sin límites.

Para que tu pequeño no pierda la confianza al dar sus primeros pasos, evita gritar o alarmarte demasiado cuando cae, porque terminarás asustándolo. Por el contrario, cálmalo, mímalo y anímalo a intentarlo de nuevo, porque a punta de caídas y levantadas aprenderá a caminar de manera autónoma, así al principio se tambalee, hasta que alcance el equilibrio suficiente, la habilidad, la fuerza y la postura que le permitan hacerlo con total seguridad.

Pasos antes de caminar

1. Tu bebé debe aprender a voltearse y a mantener la cabeza erguida.
2. Debe girar sobre su estómago, ayudado por sus manos y pies.
3. Sin importar su estilo, debe gatear. Recuerda que algunos bebés se desplazan hacia atrás, otros reptan y algunos realizan esta actividad a la perfección, apoyados en manos y rodillas.
4. Debe aprender a sentarse y a ponerse de pie. Buscando un apoyo, tu bebé logrará ponerse de pie y más adelante caminará, al principio agarrado de todos los muebles de tu casa mientras adquiere el equilibrio necesario para hacerlo de manera autónoma.

Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo, por lo que no debes forzar a tu bebé a caminar si aún no está preparado para hacerlo. Recuerda que esta habilidad no se enseña, los niños, sin muchos estímulos, la desarrollan solitos