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Paso a paso: Bañar a tu bebé, baños de esponja y más
Por: equipo Toysmart
Paso a paso: Bañar a tu bebé, baños de esponja y más
Es común que los padres tengan muchas preguntas sobre la hora del baño y, a veces, experimenten cierta ansiedad sobre el tema, ¡pero no se preocupen! A continuación encontrarás algunos consejos y pasos que puedes tomar para darle a tu pequeño un baño de esponja seguro y relajante.
La hora del baño puede ser una excelente manera de vincularse con su recién nacido y prepararlo para la hora de acostarse, pero también es una experiencia que puedes atesorar. Hacerlo a una hora similar cada día ayudará a enseñarle a su bebé que pronto llegará la hora de acostarse. Por esta razón, la hora del baño debe ser un momento tranquilo y relajante que ralentice el ritmo de la actividad del día y prepare a su hijo para dormir.
Consejos de seguridad para el baño de esponja para bebés
En primer lugar, un baño de esponja es como un baño normal, pero sin poner a tu bebé completamente en el agua. La Academia Americana de Pediatría recomienda baños de esponja hasta que se caiga el cordón umbilical, lo que generalmente ocurre en algún momento durante las dos primeras semanas de vida.
Estas son algunas de las cosas más importantes a tener en cuenta antes de darle un baño a tu bebé:
- Prepara el espacio y las cosas que necesitará y colócalos cerca de ti: un lavabo, tazón o recipiente con agua, una toallita húmeda, una toalla seca y un espacio cálido con una superficie plana.
- Coloca a tu recién nacido en la superficie plana, que puede ser un cambiador, la cama, una manta o una toalla en el suelo. Lo más importante es que tanto tú como el bebé estén seguros y cómodos. Si eliges una superficie por encima del suelo, asegúrate de usar una correa de seguridad o mantener una mano sobre su bebé en todo momento para evitar caídas.
- Comienza lavándole la cara a tu bebé usando la toallita húmeda, tratando de no meter agua dentro de los ojos y la boca. Antes de continuar lavando el resto del cuerpo, sumerge la toallita dentro del agua tibia para limpiarla.
- Una cosa importante a recordar es mantener a tu bebé caliente durante el baño de esponja. Puedes hacerlo envolviendo a tu bebé con una toalla y sólo descubriendo las partes del cuerpo que bañará en ese momento. Algunas áreas que necesitarán especial atención son donde se arruga la piel: axilas, área genital, detrás de las orejas y alrededor del cuello.
¿Cuándo estará listo tu bebé para un baño regular?
Para cuando el área umbilical de tu bebé se cure, puedes comenzar a bañarlo en agua. Estos primeros baños deben ser suaves y breves, y a veces será necesario volver a los baños de esponja de vez en cuando si tu bebé protesta.
Consejos de seguridad para la bañera del bebé
- Elige dónde bañarás a tu bebé. Puedes estar en el fregadero de la cocina, el lavabo del baño o en una bañera portátil colocada sobre una superficie plana y segura. Lo mejor es elegir un lugar que te permita estar en una posición cómoda y a la altura de tu pequeño, de esta manera puedes proporcionar una mayor seguridad. Si eliges el fregadero, asegúrate de que sea lo suficientemente grande como para que tu bebé no se lastime. Del mismo modo, revisa que esté muy limpio para evitar contaminar o irritar la piel de tu hijo.
- Vierte 5 centímetros de agua en la bañera o fregadero portátil a una temperatura cálida y agradable. Usa tu codo para comprobar la temperatura y modificarlo en consecuencia. Si el agua está demasiado caliente, puede quemar la piel de tu bebé; ten cuidado de que no exceda los 40 grados Celsius (100o F).
- Prepara las cosas que necesitarás y colócalas cerca de ti: jabón para bebés sin perfume, jarra o taza para verter agua, paño delicado, toalla con capucha, pañales nuevos y ropa limpia.
- Desviste a tu bebé y, si es necesario, limpia su trasero para evitar contaminar el agua.
- Coloca a tu hijo en el agua lentamente, comenzando con sus pies. Mientras haces esto, habla con tu bebé de una manera amorosa. El repentino cambio de entorno puede asustarlos o sorprenderlos, y su tranquilidad ayudará a calmarlos.
- Recuerda mantener una sujeción constante al colocarlos en la bañera; tu bebé puede hacer una mueca de dolor cuando tenga contacto con el agua. Usa una mano para apoyar el cuello y la cabeza y la otra para meter el cuerpo en el agua.
- Asegúrate de que la mayor parte del cuerpo esté fuera del agua. Para evitar enfriarse, usa la jarra o la taza para mojar constantemente a tu bebé.
- Toma el delicado paño y comienza a limpiar la cara. Puede que no sea necesario usar jabón a diario, sólo asegúrate de que la cara esté limpia y libre de residuos de leche.
- Continúa masajeando suavemente el cráneo, evitando que entre agua en los oídos. Al enjuagar, coloque la mano en la frente para evitar que entre agua o jabón en los ojos, la nariz y la boca.
- Ahora, limpia el resto del cuerpo. Comienza con la parte delantera del cuerpo y luego levántalo ligeramente y continúa con la espalda y las nalgas. Recuerda que si le das a tu bebé un baño diario, es posible que no sea necesario usar jabón todos los días.
- Cuando llegues al área genital de su bebé, límpialo bien sin jabón. Si tu bebé es una niña, limpia entre pliegues y enjuaga muy bien la vulva. Si tu bebé es un niño, limpia el pene y el escroto, pero evita mover el prepucio (piel en la punta del pene) hacia atrás. Recuerda no remojar a su bebé si fue circuncidado y aún no se ha curado por completo. Si este es el caso, sigue las instrucciones que te dio su médico.
- Cuando hayas terminado, retira cuidadosamente a tu bebé del agua y envuelve su cuerpo con una toalla suave. Luego, lleva a tu pequeño a una superficie cómoda y sécalo con suaves palmaditas. Una vez que estén secos, ponle un pañal nuevo y ropa limpia.
Recuerda: Nunca dejes a tu bebé desatendido, ni siquiera por un segundo; ¡los accidentes pueden ocurrir en un abrir y cerrar de ojos!
Seguir estos consejos y pasos debería hacer que la hora del baño sea una experiencia mucho más relajante , tanto para ti como para tu bebé. Recuerda disfrutar de cada momento y aprovechar la oportunidad de vincularte con tu bebé, ¡antes de que se de cuenta, ya habrá crecido!