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Cama para niños grandes: consejos para una transición suave
Por: equipo Toysmart
Cama para niños grandes: consejos para una transición suave
Si tu pequeño ha encontrado la manera de escapar de la cuna, incluso cuando el colchón está en la posición más baja posible, es un buen momento para pensar en dejar la cuna y hacer la transición a una cama.
Caerse y lastimarse es un riesgo que puede ocurrir una vez que los niños pequeños aprenden los trucos que les permiten bajarse de la cuna. La buena noticia es que la mayoría de los niños están felices de hacer el cambio a una cama para "niños grandes". Tal vez tu pequeño incluso esté de acuerdo contigo en que debe quedarse en la cama toda la noche. No obstante, esta transición supone un gran cambio, por lo que reforzar las reglas y rutinas a la hora de acostarse se convierte en un paso fundamental para evitar las visitas nocturnas.
Reforzar la rutina de la hora de acostarse
En primer lugar, asegúrate de que tu hijo no esté enfermo, que no necesite ir al baño (si sabe ir al baño) y que tú no estés pasando por una transición importante, como dar la bienvenida a un nuevo bebé.
Si todavía no tienes una cama, no te preocupes. Por ahora, puedes colocar temporalmente el colchón de la cuna en el piso.
Celebren juntos este nuevo hito y elogien a su pequeño por crecer. Si le das mucha importancia a este nuevo cambio, la transición a una cama les resultará más atractiva.
Continúa con la misma rutina a la hora de acostarse, pero no olvides agregar este último paso: dile a tu hijo que debe quedarse en la cama hasta que vengas a buscarlo por la mañana.
Una vez que tu niño pequeño esté acostado en su cama y hayas completado la rutina, elógialo por seguir las instrucciones, dale un gran beso, un abrazo y sal suavemente de la habitación.
No olvides decirle a tu pequeño que lo cuidarás por la noche. Esto les dará una sensación de tranquilidad y seguridad.
Finalmente, si tu niño pequeño se despierta y se levanta de la cama, asegúrate de llevarlo de regreso a la cama rápidamente y de la manera más aburrida posible. La primera noche puede suponer muchas visitas no solicitadas, pero si te mantienes firme y constante en llevar a tu hijo a su habitación, aprenderá a quedarse en la cama por la noche.
Prevención de batallas a la hora de acostarse
No te vamos a mentir, al principio probablemente necesitarás repetir la frase “no puedes levantarte de la cama hasta la mañana” hasta sentirte como un disco rayado. Trata de mantener la calma. Esto es perfectamente normal, tu hijo simplemente está disfrutando de su nueva libertad.
Ahora, si quieres que tu hijo se quede en la cama toda la noche, trata de ignorar sus protestas, mantente firme y fortalece la rutina de la hora de acostarse con elogios positivos cuando duerma en su cama toda la noche. Recuérdale que las reglas incluyen que todos los miembros de la familia duerman en su propia cama hasta la mañana (excepto para levantarse a ir al baño). Finalmente, si no quieres que esto se convierta en un hábito, evita que tu niño pequeño duerma en tu cama o se quede con la familia más allá de la hora de acostarse.
Consejos para una transición exitosa a una cama
Según la AAP (Academia Estadounidense de Pediatría), hay varias recomendaciones que puede seguir para garantizar una transición sin problemas:
- Coloca una luz de noche en la habitación de tu pequeño.
- Invita a tu niño pequeño a llevar uno de sus animales de peluche a la cama si aún no lo ha hecho.
- ¡Invítalos a elegir sus sábanas, edredones e incluso la cama de sus juguetes!
- Utiliza una tabla de logros donde podrás colocar una pegatina cada vez que tu pequeño se quede toda la noche en la cama.
- Si puedes, consigue un reloj que cambie de color cuando pueda levantarse.
Mantener a mi hijo a salvo
Ahora que es más fácil acceder a su dormitorio, verifica que no haya juguetes en el piso o que estén colocados donde representen un peligro. Si vives en una casa de dos pisos, asegúrate de que el acceso a las escaleras esté bloqueado. Finalmente, trate de no comprar literas, ya que los estudios han informado que los niños que las tienen son más propensos a sufrir accidentes y lesiones en la cabeza.
Con suerte, esta información te ayudará a ti y a tu hijo a tener una transición tranquila a la cama. Recuerda que el proceso puede ser agotador y difícil, ¡pero sabemos que puedes hacerlo! Sigue siempre tus instintos y haz lo mejor para ti, tu pequeño y tu familia; solo tú sabrás que es lo mejor.